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¿Qué es un mentor?



Como muchos en esta sociedad tan conceptual en la que vivimos, me sentía un poco huérfano por no saber cómo etiquetarme profesionalmente. Sabía que yo tenía unas capacidades que podían ser muy útiles para las personas, pero no encontraba el nombre que las uniera e identificara.

Básicamente mis cualidades eran y son:

  1. Interés y conocimiento de todos los temas que rodean a un proyecto: idea, organización, ejecución, diseño, marketing, administración…

  2. Intuición y visión holística de los pasos menos onerosos (los más simples y menos costosos a todos los niveles) a seguir para el bien de las personas y proyectos.

  3. Deseo de que los demás disfruten y vivan plenamente a través de sus trabajos y sus dones, y puedan ser autónomos a través del conocimiento.

  4. Fe profunda en las capacidades y equilibrio del ser humano, y en que son el centro de toda fuerza creadora.

En resumen, mi aspiración es AYUDAR a las personas a sentirse realizadas a través de proyectos que contribuyan al mundo. Quiero aportarles las capacidades y conocimientos necesarios para que aprendan a gestionar sus proyectos (y de paso sus vidas) de manera autónoma y empoderada.


Mi colaborador ejemplar es aquella persona que tiene una pasión, por ejemplo, las joyas, pero trabaja en una oficina normal y corriente porque cree que no puede vivir de ello. Cuando el espíritu inconformista empieza a manifestarse en esa persona, mi papel es el de ayudarla para realizar esta transición en harmonía, y que finalmente pueda cumplir su sueño en el día a día.

Así pues, mentor se asocia con un guía: es aquel que ha recorrido un camino (personal-profesional) parecido al tuyo, y te ayuda a recorrerlo con más recursos y experiencia. También es un consejero, inspirador y motivador.


Por qué es importante un mentor

Hoy en día el emprendimiento está cobrando más importancia que nunca. Los mayores referentes profesionales (Jeff Bezos, Bill Gates, Elon Musk...) son emprendedores, y nos muestran un estilo de vida que muchos deseamos. En contraste, el modelo de trabajo convencional es precario, aburrido y agotador, y algunos de nosotros empezamos a buscar alternativas para poder vivir una vida acorde a nuestras necesidades.



Sin embargo, el emprendimiento no es un camino sencillo. Se requieren de habilidades muy diversas y hace falta una tenacidad, foco y confianza excepcionales. La mayoría de personas son excelentes en algunos campos, o en sus pasiones, pero les cuesta dominar aquellos aspectos que salen de su espectro conocido.


No dudo en que cada uno podemos adquirir estas capacidades por cuenta propia, pero también es muy reconfortante y productivo contar con alguien que te oriente en este camino tan desconocido y abierto. Siempre utilizo el ejemplo del psicólogo: seguramente todos llegaríamos al autoconocimiento por nosotros mismos, pero contar con personas que se han dedicado a estudiar nuestros propios mecanismos, y que nos los cuentan adaptados a nuestra forma de entender, supone una nueva manera de avanzar.


Diferencias entre mentor, asesor, consultor y coach

Llegados a este punto aparecen diferentes términos parecidos: asesor, consultor, coach, mentor...


Asesor y consultor quedaron descartados porque suenan muy fríos, y creo que se centran demasiado en aspectos más objetivos-logísticos, obviando la parte más humana.


Coach me gusta, pero además de que creo que se ha violado mucho este término y hoy en día sería difícil encontrar una definición mayormente compartida, parece ser que se centra mucho en la persona, y no contempla tanto los criterios del profesional. Además, el coach pretende que su cliente encuentre las respuestas por sí mismo, pero en la mentoría el criterio experto es muy importante.


En definitiva, para mí un mentor es aquel profesional que reúne cualidades esenciales para la realización de un proyecto, equilibrando las capacidades personales con las habilidades profesionales, y que desea compartirlas con los demás acompañándoles en confianza y cercanía.



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